En primer lugar, me parece útil abir el comentario con una definición de bullying; la del Departamento de Salud de Estados Unidos (2015) me parece sintética y precisa: "bullying is unwanted, aggressive behavior among school aged children that involves a real or perceived power imbalance. The behavior is repeated, or has the potential to be repeated, over time. Both kids who are bullied and who bully others may have serious, lasting problems".
Considero que en el corazón del problema, están dos factores: 1) la intolerante percepción de la otredad, la discapacidad para convivir con la diversidad, con la diferencia; y 2) el uso abusivo del poder social. Estos factores son impulsados desde el statu quo por medio de refuerzos positivos relacionados con la acetación en un grupo, la formación y afianzamiento de la identidad, la iniciación en una tribu urbana, etcétera; por eso el problema promete convertirse en un desafío de envergadura mayor, tanto que los gobiernos nacionales están tomando cartas en el asunto.
En segundo término, puesto que el bullying es un fenómeno que afecta a un grupo de población definido a partir de su edad escolar, el sistema educativo muy pronto será exigido legalmente para tratar el asunto; esto nos interpela a todos los que participamos en los procesos de enseñanza-aprendizaje, y nuestras propuestas de solución deberían enfocarse en esta inminente exigencia legal.
Por ello, me parece que sin esperar una coordinación familia-escuela que, dadas las condiciones de la vida humana contemporánea, se perfila cada vez más como una utopía, podemos desde la escuela avanzar hacia la implementación de una política educativa transversal, que nos devuelva a las bases de la dignidad humana, y que compartiendo los mínimos éticos que dicha dignidad implica, en todo nivel escolar formemos humanos sensibles y corresponsables. Lo que pasa en casa con nuestros alumnos, jurídica, política, económica y hasta éticamente queda fuera de nuestro alcance; por ello debemos dejar de lamentarnos acerca de eso. Nuestros esfuezos, en cambio, deben dirigirse al contexto donde podemos actuar, siempre con apego a derecho, porque si bien el bullying es un problema que exige nuestra intervención, si ésta la realizamos a nuestro "buen juicio", sin conocimiento de causa, podemos meternos en graves problemas y lejos de aportar soluciones, empeorar el escenario y comprometer nuestra posición y la de nuestra escuela.
El resto, corresponde a las familias, a las autoridades y, ¿por qué no decirlo?, a los expertos; si estamos capacitados o podemos capacitarnos, hagámoslo; pero si no estamos entrenados para intervenir eficientemente, nos queda la canalización oportuna y la implementación de políticas transversales.
Este es el comentario de esta noche. Gracias.
Leopoldo Basurto Hernández.
Rreferencias
Departamento de Salud de los Estados Unidos (2015). Bullying definiton. Recuperado el 26 de noviembre de 2015 de http://www.stopbullying.gov/what-is-bullying/definition/index.html
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