En diálogo con mi colega Amada Guadalupe Jiménez Huerta, en uno de los foros de la Maestría en Educación, dentro de la asignatura "Educación en línea", asesorada por la Mtra. Ana María Bogard Sierra, salió a colación el asunto de la aplicación de los aprendizajes, inclusive aquellos adquiridos en el marco de un proceso mediado por TICs, en una modalidad de estudios en línea. Y en vista del asunto, surgieron las ideas siguientes:
Por siglos hemos desarrollado un modelo tradicional de educación, básicamente centrado en la transmisión-recepción de contenidos, asumiendo que "todos" pueden y deben aprender de esa manera. Obviamente los desarrollos teóricos y metodológicos recientes, así como la práctica docente misma, indican que esto no es así. Pero, ¿no estaremos haciendo algo parecido con la educación en línea?, ¿no estaremos dando por hecho que como dicha modalidad utiliza tecnologías de vanguardia, todos los estudiantes pueden y deben aprender de esa manera?
Mi colega reflexionaba acerca de que efectivamente necesita aplicar lo que aprende, como estrategia metacognitiva, y no le basta con una interacción virtual; eso me permite hacer las preguntas anteriores y concluir que no hay soluciones perfectas, integrales ni que satisfagan a "todos"; por eso la educación en línea (como los demás formatos) tiene limitaciones y muchas virtudes, ciertamente; es nuestro deber como educadores estar vigilantes de sus limitaciones para hacer un uso responsable y ético de dicha modalidad educativa.
Leopoldo Basurto Hernández
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